Texto: Marcos 10:17-24
10:17 Al salir
él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de
él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?
10:18 Jesús le
dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios.
10:19 Los
mandamientos sabes: No adulteres. 18 No mates 17 No hurtes. 19 No digas falso
testimonio. 20 No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre.
10:20 El
entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi
juventud.
10:21 Entonces
Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo
que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme,
tomando tu cruz.
10:22 Pero él,
afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
10:23 Entonces
Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en
el reino de Dios los que tienen riquezas!
10:24 Los
discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a
decirles: Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que
confían en las riquezas!
Debemos comprender que la
riqueza que tenemos en Cristo están por encima de los bienes materiales que
poseemos.
¿Qué hace cuando le llegó un buen dinero de una
herencia?...
¿En qué gastamos nuestro tiempo y nuestro dinero
generalmente?...
¿Se considera bueno por hacer cosas buenas?...
¿Cuáles son las prioridades que tiene en su vida?...
¿Se preocupa usted por la vida eterna?...
Hubo un hombre en la Biblia que posiblemente se hizo
todas estas preguntas y cuando vio a Jesús quería confirmar sus respuestas,
pero miremos lo que encontró:
Veamos la verdadera
riqueza en Cristo:
1.
Estamos llamados a tomar una
buena decisión: Buscar a Jesús por la vida eterna y reconocer la bondad de Dios
(Sólo Dios es bueno y justo) (17 -18).
·
Salmos 9:10
2.
Estamos invitados a vivir los
mandatos del Señor de acuerdo a su Palabra y aceptar el amor de Dios (19-21)
·
Salmos 11:7, 37:28
3.
Debemos poner el corazón y la
confianza en la verdadera riqueza: El Reino de los Cielos (23 y 24)
·
Mateo 6:19-21; 12:35; 22:37.
.
Por tanto... Debemos
acercarnos al Señor para que el Reino de los Cielos llegue a nuestra vida y nos
otorgue Vida Eterna, no por nuestras obras, ni por nuestras posesiones
materiales, sino por el amor y la misericordia del Señor.