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¡Compartiendo la mejor experiencia: Jesucristo!

2 mar 2015

FIRMES Y ARRAIGADOS EN JESUCRISTO



Colosenses 2:1-10

Los rudimentos o principios básicos de nuestro mundo:
La cultura: todo lo que conocemos como parte de nuestra manifestación social que busca el reconocimiento regional en diferentes ámbitos de nuestra existencia: Un ejemplo de ello es toda actividad social a la que nos sometemos por cuenta de la cultura que incide directa e indirectamente en nuestros pensamientos y muchas ocasiones en nuestras decisiones. Véase situaciones como el visitar a los parientes, celebrar ciertos acontecimientos familiares, logros deportivos, culminación del año, entre otros.
La economía: definida como el conjunto de elementos de orden monetario que busca la interacción económica o monetaria para diferentes aspectos sociales y culturales en los cuales nos desenvolvemos y desarrollamos como personas. Véase situaciones como pagar deudas, comprar vivienda, vehículo, y para la época de fin de año, las compras de diferentes insumos que se necesitaban o de aquellos elementos que por cuestiones presupuestales no se habían podido conseguir y se deseaban enormemente.
La religión: Conjunto de prácticas devocionales y religiosas muy unidas al contexto de la cultura que definen unas características de comportamiento sociales, morales y personales, para la demostración de una vivencia religiosa que busca ser referente importante de la práctica social. Véase en nuestra cultura la celebración de fechas como la navidad que tienen tanta relevancia no solo cultural y económica, sino también personal.
Algunos aspectos de los orígenes de la navidad.

¿Qué debemos hacer como cristianos en esta época?
Col 2:1 Recibir la consolación del Señor. En medio del desencanto que nos deja la cultura, la economía y la religión, debemos buscar la gracia salvadora de nuestro Señor  Jesucristo, creyendo que de él obtenemos mejor recompensa, pues nuestras esperanzas humanas en el Señor siempre tendrán galardón.  (Mt 5:4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.)
Col 2:2. Unirnos en amor. No es posible que nos llamemos cristianos, si el fundamento de nuestra vida no es el amor. Aquí no se trata de un amor libertino o permisivo. Se trata de un amor por el cual se debe luchar como el amor de esposos, de padres a hijos y viceversa, el amor hacia nuestros seres queridos aunque estos no compartan nuestra visión de fe.
Col 2:2 y 3. Alcanzar las riquezas, los tesoros de la sabiduría y el conocimiento de Cristo. No se trata de seguirle la corriente consumista al mundo de comprar todo lo que queremos o de “hacer pactos con Dios” para que Dios multiplique como se viene pregonando en diferentes emisiones radiales de la ciudad. El Tesoro del cual nos habla la Palabra tiene que ver precisamente con el conocimiento de Cristo, en quien debemos tener fundamento, puesto que si no tenemos conocimiento de Cristo, fácilmente seremos arrastrados por doctrinas falsas que se vienen predicando en la actualidad.  (Pr. 2:3-62:3 Si clamares a la inteligencia,  Y a la prudencia dieres tu voz; 2:4 Si como a la plata la buscares,  Y la escudriñares como a tesoros,  2:5 Entonces entenderás el temor de Jehová,  Y hallarás el conocimiento de Dios. 
2:6 Porque Jehová da la sabiduría,  Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.  )
Col 2:6-7… Andar en Cristo. Muchos creyentes en durante estas épocas terminan “quitándose el traje de cristianos” para ponerse las ropas de la cultura reinante. Entonces la fe queda a un lado y la vida mundana es la que termina decidiendo el devenir del creyente. Es  por esto que el “jolgorio” de estos tiempos no puede ser la medida de la fe de los creyentes en Cristo. La carta a los Colosenses enfatiza en los versos 6 y 7 que debemos tener nuestro arraigue y nuestro fundamento en Cristo  y que tal situación nos debe confirmar en la fe, es decir, todas las personas que nos rodean deben ver en nosotros la manifestación gloriosa de un Cristo que no nace en navidad, sino que nació hace más de 2000 años y hoy vive y reina como Rey de reyes y Señor de señores.
Col 2:7 Abundando en Acciones de Gracia. Es importante que como cristianos actuemos agradecidos de las bondades de Dios para con nosotros. Primero dando gracias a Dios por el gran don de la salvación, luego, por todas y cada una de las bendiciones que nos ha dado cada día. Sabemos que nos faltan muchas cosas y que hay situaciones que están por resolverse en nuestras vidas, pero debemos confiar en la victoria de nuestro Dios. El hecho de que nos falte algo no quiere decir que Dios no esté actuando allí, o en nuestro carácter.
Col 2: 9 y 10 Reconociendo la divinidad de Cristo y que en Él estamos completos. El mundo (y detrás del mundo Satanás) pretende negar a Cristo en cualquier forma. Es por esto que adquiere figuras icónicas tales como santa Caluss o papá Noel, el espíritu de navidad y otros, para imitar la acción salvadora de Cristo. La gran ventaja de nosotros como cristianos que vivimos según la Palabra, es que sabemos que estos mitos culturales no se comparan con el poder y la bendición de Jesucristo, a quien no tenemos que esperar en una fecha específica del año, y con quien podemos contar las 24 horas del día, todos los meses del año. Reconocer a Cristo es reconocernos como seres completos, que tenemos una herencia y que vivimos celebrando que Cristo vive y que no hay otro como El Señor.
Nota final:
·         En Cristo estamos completos y tenemos la verdadera consolación, el verdadero amor, el verdadero fundamento para nuestras vidas.
·         Debemos despojarnos de toda tradición humana, todo rudimento humano y arraigarnos en Cristo, en la Palabra de Dios, con acciones de gracias en forma permanente.
·         Debemos reconocer que en Cristo lo tenemos todo y sin el nada somos. Las ofertas del mundo son pasajeras, la oferta de Cristo es permanente.
·         Si alguien cree que necesita afianzarse más en Cristo y arraigarse más en Él, presentese en el altar del Señor y ponga su vida en las manos de Cristo, para recibir consolación, amor, y confirmación de la bendita salvación que ha traído a nuestras vidas nuestro amado Señor Jesucristo.